ARTICULO TOMADO DE EL TIEMPO

En El Norte Llueve Más Duro Que En El Sur

A los bogotanos que viven en el norte y en el centro de la ciudad, les toca sacar la sombrilla más frecuentemente que el resto de la población. Esto se debe a que en esos sectores, sencillamente, llueve más y con mayor intensidad.

Incluso, en la zona ubicada entre las calles 140 y 210, de los cerros orientales al occidente de la Autopista Norte – donde está el humedal Torca–, se podría decir coloquialmente que está el ‘cielo roto’ de Bogotá: es el centro de las tormentas, las granizadas, donde suelen caer aguaceros más fuertes y frecuentes.

Por el contrario, el sur de Bogotá es más seco. Registra menos lluvias.

Hasta tiene algunas zonas en Ciudad Bolívar y Bosa que parecen de tierra caliente, por sus temperaturas.

Esas diferencias en el clima se evidenciaron en los análisis que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) hizo sobre las precipitaciones de los últimos 40 años en la ciudad, registradas en 62 estaciones pluviométricas.

En Bogotá, las precipitaciones anuales varían entre los 500 y 1.300 milímetros de agua. Un aguacero típico en la capital puede durar entre 2 y 3 horas, dice el hidrólogo del Acueducto Gustavo Herrán.

Sin embargo, las lluvias no caen por igual. En el norte, las precipitaciones son más intensas, pero duran poco: un promedio de 15 minutos. Excepto en el ‘centro de las tormentas’, en la calle 174, donde los aguaceros pueden demorar más de una hora, explica Herrán.

En esa parte de la ciudad, el año pasado, por ejemplo, cayeron 1.170 milímetros de agua.

En el centro, analizado desde la calle 26 a la 92, entre la avenida Circunvalar y la avenida Caracas, las lluvias suelen ser menos intensas, pero duran más. Pueden caer durante cuatro horas continuas. El caso más crítico se vivió en noviembre del 2007, cuando una granizada histórica puso a flotar decenas de carros bajo los puentes de la calle 26.

En el 2008, la estación del Ideam registró 1.334 milímetros de lluvia para esa área céntrica de la ciudad.

En cambio, en el sur hay menos pluviosidad, lo cual se refleja en los registros. El promedio es de 500 milímetros al año, dice Herrán.

Esa diferencia en las lluvias, indica el director del Ideam, Ricardo José Lozano, se debe a que Bogotá está recostada en el flanco occidental del valle del Magdalena.

“En los valles interandinos –explica– hay más concentración de calor y eso hace que haya más evaporación. Al subir la temperatura, ese vapor de agua asciende por la ladera del valle del Magdalena, entra por el sur de Bogotá y se estrella contra los cerros orientales, donde se condensa hacia el oriente y el norte, formándose las gotas de lluvia”.

Esas gotas forman las nubes que se concentran más en el norte y que luego dan lugar a las precipitaciones.

El director de pronósticos del Ideam, Humberto González, agrega que el sur es más seco “porque está al lado opuesto de la montaña y es la zona a donde los vientos le llegan con menos humedad”.

Por ello, las temperaturas también son distintas. Según la Secretaría Distrital de Ambiente, en sectores del norte, como el de la Autopista, los termómetros marcaron el año pasado un promedio de 13 grados centígrados. Y en el sur, (Kennedy, Puente Aranda y Fontibón) llegaron a 14.

Ese clima variado influye también en la vegetación. El biólogo Byron Calvachi comenta que en el norte de Bogotá, donde hay más pluviosidad, hay bosque andino (alisos, quiches, bromelias).

En cambio, dice Calvachi, sectores del sur, por estar más descubiertos de nubes y tener un suelo seco, tienen una vegetación semidesértica, de arbustos, pencas y cactus.

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